Las chispas en los F1 animan el espectáculo
hace 10 años

El Gran Premio de Baréin 2015 se ha convertido en un evento mucho más entretenido después de pasar a ser una carrera nocturna el año pasado, y el domingo se puso de relieve algo que en la categoría reina del automovilismo ha estado desaparecido por más de 20 años: las chispas en los monoplazas de Fórmula 1. Un cambio en la reglamentación ha provocado que las chispas estén de vuelta en la F1, principalmente como medida de seguridad, pero en segundo lugar para hacer las carreras más agradable a la vista.
Las chispas de la parte trasera de los coches fueron una parte permanente de la Fórmula 1 a finales de 1980 y principios de 1990, los días felices de Alain Prost, Gerhard Berger, Nigel Mansell y Ayrton Senna. El piloto de McLaren, Jenson Button, que ni siquiera comenzó el Gran Premio debido a problemas técnicos, aseguro estar impresionado al ver el efecto de las nuevas placas de titanio que llevan los monoplazas en el fondo plano.
Una placa deslizante de titanio en la parte inferior de los coches es lo que convirtió su zona trasera en un artilugio piroténico (el año pasado eran de wolframio y materiales similares). El cuerpo directivo de la FIA dictaminó que los vehículos deben estar equipados con placas deslizantes desde el comienzo de la temporada, tomando estas su protagonismo en la oscuridad de la carrera nocturna de Baréin. La FIA asegura que los monoplazas son más seguros con las planchas de titanio, los equipos no tienen tanta ventaja de rendimiento en ese área, y se crean chispas, que sin duda va vinculado con el espectáculo que a la F1 se le asocia.
Carreras más espectaculares
Las placas de titanio se montaron en los coches en la década de 1980 y principios de 1990, antes de ser reemplazados por la madera, lo que significó el fin de las chispas. Si todo eran ventajas, ¿por qué se prohibieron? Lo cierto es que los pilotos de aquel entonces las empezaron a usar para defendense de sus rivales en la pista. Cuando se encontraban en plena lucha en carrera, el piloto que iba delante buscaba zones bacheadas para generar chispas y así molestar la visibilidad de su rival a la hora de un posible ataque. Tal llegó a ser el punto que, como asegura el británico Nigel Mansell, se llegaron a producir incluso quemaduras en la visera del casco de los pilotos en algún caso extremo, por lo que lo habitual era terminar la carrera con el visor del casco bastante dañado, algo que sin duda molestaba a la visibilidad del piloto. Lo que al final acabó siendo un hecho que ponía en compromiso la seguridad del piloto en pista.
10 Comentarios
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No tenía ni idea, de que en la época de Mansell, aprovechaban esto para evitar adelantamientos y/o molestar al de atras, pero cómo termina el articulo, era un hecho que comprometía la seguridad del piloto en pista, no niego que es "bonito" ver carros con chispas saltando a lo largo de la recta, pero es más emocionante ver adelantos y peleas en pista por posiciones.