¿Qué supondría el retorno de las suspensiones activas?
hace 11 años
Actualmente se está valorando volver a permitir las suspensiones activas en la Fórmula 1, que fueron prohibidas hace más de 20 años para la temporada 1994. Desde entonces los equipos no han dejado de intentar conseguir sus mismos efectos con las actuales normativas, y algunos se preguntan si no sería más barato volver a permitirlas.
¿Por qué podrían volver las suspensiones activas?
El uso de actuadores electro-hidráulicos para controlar la suspensión ha sido la panacea para los diseñadores del chasis durante muchos años, porque permite un completo control de la respuesta de la suspensión a través de software, en lugar de por medios mecánicos.
Ha habido tres épocas de la suspensión activa, desde que apareciera por primera vez en los Grandes Premios en el Lotus de Nigel Mansell en Long Beach en 1983, al proyecto reactivo de Williams, antes de que la tecnología fuera resucitada por Adrian Newey en Williams, dando lugar a la era activa de los primeros años 90.
La prohibición de 1994 fue la respuesta a la proliferación de ayudas al piloto, como el control de tracción o los frenos ABS, pero la suspensión activa era más una ayuda para los ingenieros que para los pilotos. Desde entonces, la normativa obliga a que la suspensión sólo responda a variaciones de carga sobre las ruedas, por lo que no se permiten sistemas de control o electrónica.
Desarrollar sistemas púramente mecánicos para proporcionar las características no lineales necesarias de la suspensión, como la oscilación vertical, el balanceo y el movimiento individual de cada rueda, ha requerido de enormes inversiones y una gran complejidad de la suspensión. La interconexión de la suspensión de una rueda con las otras, probada antes de la introducción de las primeras suspensiones activas y que fue revivida por Renault en 2008 y ahora emplean casi todos los equipos, no ha hecho más que añadir más complejidad.
Por eso desde hace un tiempo se está pensando que la reintroducción de las suspensiones activas gobernadas por la centralita estándar de la FIA sería un movimiento positivo para la reducción de costos. La puesta a punto de las actuales suspensiones, con multitud de elementos, es muy complicada, y una suspensión activa sólo tiene un actuador hidráulico unido a cada tirante o empujador de cada rueda. Cada uno de ellos es controlado por la presión hidráulica controlada por una servo-válvula.
El fluido hidráulico se envía a las servo-válvulas por una bomba accionada por el motor, y las válvulas se abren por control electrónico de la centralita. Los actuadores en coordinación pueden reproducir todos los aspectos de las actuales suspensiones a través de algoritmos del software. Con las actuales suspensiones hay que diseñar, construir, probar en la bancada de ensayos y después en la pista. Con la suspensión activa, habría que crear el software y enviar directamente los resultados al simulador para su evaluación.
Esta tecnología se inició por primera vez en la F1 con las suspensiones activas, pero desde entonces se ha convertido en algo común para el control de muchos de los sistemas del coche, como los aceleradores o los cambios de marcha. Estos sistemas de control son bien conocidos y relativamente baratos. El aspecto clave en el retorno de estas suspensiones sería restringirlo a lo que se considera el control normal de la suspensión para imitar a la actual, sin permitir una suspensión extrema que permita mejorar la aerodinámica.
fuente: austosport
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http://youtu.be/3SBtj_UW5d8