Cuando los pilotos de pago comienzan a ser un problema
hace 11 años
En los últimos años, y ante severos problemas económicos de muchos de los equipos de la parrilla, se está hablando demasiado de los pilotos de pago, a pesar de que siempre los haya habido. Los equipos con más problemas necesitan uno o dos pilotos que aporten patrocinio, pero el tema podría empezar a preocupar porque la categoría reina del automovilismo depende en gran medida de la calidad de sus pilotos. Afortunadamente, y aunque hay pilotos que no están en la parrilla y deberían de estarlo antes que unos pocos que sí lo están, el nivel general es todavía alto.
Pero esto no garantiza que los problemas económicos continuen e incluso se agraven, por lo que habría que pensar en formas de asegurar que el nivel no baja a límites preocupantes. La solución, podría estar en la Superlicencia que todo piloto tiene que tener para participar en una sesión oficial. Tener un curriculum "sobresaliente" en fórmulas inferiores y rodar 300km con un F1 actual es suficiente para ganársela, pero en los últimos años hemos visto rodar en sesiones de los entrenamientos libres a pilotos cuyo curriculum de sobresaliente tiene muy poco... Quizás pudieran pilotar un F1 de forma suficientemente segura, pero no son los pilotos que deberían competir con la élite de este deporte, al menos hasta que demostraran algo más en fórmulas inferiores.
El problema aquí está en que la FIA no cree estar ahí para decidir si un piloto ha demostrado lo suficiente para llegar a la F1, sino que sólo para garantizar una competencia y seguridad mínimas. Con la actual situación económica, quizás hubiera que asegurarse de que los pilotos que llegan a la F1 se lo merecen de verdad, aporten o no dinero.
El problema no son los Pastor Maldonado (campeón de la GP2), Max Chilton (ganador de dos carreras de GP2), Esteban Gutierrez (tercero en la GP2 de 2012) o Giedo van der Garde (ganador de carreras en GP2 y campeón de la Renault 3.5). La preocupación está en otros que están revoloteando alrededor con muchos billetes en los bolsillos, y que sin haber demostrado demasiado esperan colarse en un asiento oficial. Tres o cuatro de estos en una parrilla de 22 pilotos sería devaluarla mucho.
Algunos campeonatos, como varios de la F3, otorgan automáticamente la Superlicencia a los pilotos que logran el título, pero los reglamentos en cuanto a la obtención de la Superlicencia sobre las diferentes categorías están un poco anticuadas, modificadas, parcheadas..., y no cumplen bien con su cometido. Por ejemplo la GP3 ni aparece, y es por eso que Daniil Kvyat ha tenido que rodar los 300 km con un F1 para obtenerla. Dado el nivel que hay en esa categoría, habría que darle la Superlicencia al ganador del campeonato, y probablemente a otros artistas principales del campeonato.
Por ese y muchos motivos las normas sobre la Superlicencia necesitan una buena actualización. Simplemente NO dándosela a cualquiera que, independientemente de su trayectoria, simplemente haya completado 300km en un F1, automáticamente aumentará la cotización de los que sí la tengan. Esto haría imposible que cualquier "paquete" con mucho dinero compre un asiento. Si la situación financiera sigue empeorando, es sólo cuestión de tiempo.
Así que, además de incluir la GP3 entre los campeonatos que otorgan automáticamente la Superlicencia a sus campeones, o eliminar otros como la GP2 Asia, desaparecida en 2011, habría que estudiar donde poner los puntos de corte en campeonatos como la GP2 o la Renault 3.5 (actualmente se les da la Superlicencia a los tres primeros de cada campeonato). Quizás también podría darse a los pilotos que ganan dos o más carreras, para asegurar que pilotos que realizan parte de una temporada también pudieran lograrlo. Año tras año las categorías que permiten optar a una Superlicencia también deberían de ser reevaluadas, puesto que el nivel de los campeonatos puede cambiar muy rápido.
Es difícil escribir una regulación que recoja a cada piloto que merezca la pena. Por ejemplo Kimi Räikkönen pasó directamente de la Formula Renault 2.0 en Inglaterra a la F1 y destacó gracias a su enorme talento. Para estos casos, una mejor aplicación del término "sobresaliente" en cuanto a las actuaciones en categorías inferiores podría valer con unos kilómetros de experiencia al volante de un F1.
Cualquiera que fuera la forma exacta de las normas para lograr la Superlicencia, se crearía una élite muy clara desde la que seleccionar pilotos para la F1, y eliminaría la tentación de los equipos por fichar a un piloto no lo suficientemente bueno o todavía no preparado, garantizando la calidad de los pilotos de la parrilla.
fuente: autosport
12 Comentarios
Deja una respuesta
#offtopic
Disculpadme, pero acabo de enterarme por twitter del fallecimiento del padre de Jenson Button.
La verdad es que sentía cierta simpatia por ese señor, DEP.
Saludos,