La logística de Pirelli

Los neumáticos tienen un gran protagonismo en la actual F1 y para que así sea es necesario un gran trabajo logístico. Pirelli lleva alrededor de 1.800 neumáticos a cada Gran Premio, fabricados en un mismo lote antes de cada carrera en Izmit, a las afueras de Estambul, en las instalaciones de Pirelli Motorsport, después de elegir con la aprobación de la FIA los dos compuestos a emplear en un determinado GP. Por ejemplo este fin de semana en Valencia serán los medios (blancos) y los blandos (amarillos).

Durante el proceso productivo a cada neumático se le asigna un código de barras proporcionado por la FIA. Este código de barras, que contiene todos los detalles de cada neumático y que marca su trazabilidad durante el fin de semana de carreras con el software de Pirelli, se inserta durante el proceso de vulcanización y no puede ser cambiado.

Para los GPs Europeos los neumáticos se transportan en camiones de la fábrica de Izmit al centro de logística y distribución de Pirelli en Didcot en el Reino Unido (3.100 kms durante tres días). Allí, un oficial de la FIA recibe la lista de códigos de barras y asigna los códigos, y por lo tanto los neumáticos, a cada uno de los equipos al azar, un proceso en el que Pirelli no está involucrado. Pirelli ya puede entonces cargar en cuatro camiones los neumáticos para transportarlos al GP.

Una vez en el circuito, normalmente el lunes anterior a la carrera, los neumáticos se asignan a los equipos cumpliendo estrictamente con la lista previamente preparada por la FIA. Los equipos entregan sus llantas para que les monten sus neumáticos y ahí comienza el trabajo de los 18 montadores. Un experimentado montador tarda 2,5 minutos en montar un neumático en la llanta, por lo que necesitan 2 días para montar todos los neumáticos del fin de semana.

Cada equipo tiene asignado un ingeniero de Pirelli que trabaja exclusivamente con ese equipo para todo el año y no puede ver información de otros equipos para garantizar la confidencialidad. Todos los datos de desarrollo son supervisados por los mejores ingenieros de Pirelli, que analizan la información para ayudar al equipo de investigación a desarrollar la siguiente generación de neumáticos.

La norma deportiva determina que un juego del compuesto más duro tienen que ser devuelto tras la primera sesión de entrenamientos libres, y un juego de las blandas y otro de las duras antes de la tercera sesión. Otro juego de blandos y otro de duros tienen que ser devueltos antes de la calificación, lo que significa que cada piloto tienen seis juegos de seco disponibles (tres de cada especificación) para la calificación y la carrera.

Todos los neumáticos devueltos a Pirelli son desmontados de las llantas, que son devueltas a los equipos, y se trasladan a una planta donde se trituran y se queman a alta temperatura para producir combustible para fábricas de cemento. El material producido también puede emplearse para asfaltar carreteras u otras aplicaciones industriales.