GP de Australia 2017: un Vettel portentoso confirma la amenaza de ayer
hace 8 años

El tetracampeón se comió tricampeón. Tal cual. Ayer avisó de la amenaza, dejó cierto tembleque en las filas alemanas… y hoy, a bordo de un rapidísimo Ferrari, Sebastian Vettel confirmó esos temores a los de Mercedes, batiendo a Lewis Hamilton incluso con cierta solvencia.
¿Pronto para conjeturar? Sin duda. Pero al menos da la sensación de que no todo fue humo ni fuego de artificio en los prolegómenos de pretemporada… de que no es tanto farol lo del bólido de Maranello. Probablemente será difícil batir con regularidad a las Flechas de Plata en otros circuitos, pero parece que a priori están en condiciones de no perder la cara, y presentar batalla. Porque, aun reconociendo una pésima gestión de carrera hoy por parte de los ingenieros del británico, lo cierto es que Hamilton se ha llevado esta mañana un buen bofetón en la cara…de los que duelen, sobre todo en el orgullo. Ese orgullo de los que últimamente no están nada acostumbrados a que les pasen la manita por el rostro.
A partir de ahora Mercedes se va a ajustar las pilas, sin duda, y es de suponer que no va a estar dispuesto a la más mínima tontería. Avisados han quedado, y ya no deberían caer en esa suficiencia acostumbrada, esa en la que se podían permitir cualquier fleco, amparados en la enorme superioridad del monoplaza.
Del mismo modo, es probable que desde ya, veamos a un Lewis entrando en “modo asesino y con sangre en el ojo”, sabedor de que no debe permitirse ceder ni un centímetro cada vez que se enfunde el casco… y eso nos puede deparar un gran campeonato si Ferrari continúa en forma, porque hay que reconocer que tanto Hamilton como Vettel son dos depredadores de categoría especial… y como se sume alguno más al baile, nos podemos divertir.
La cita inaugural de Melbourne se enfilaba hacia la salida con una mala noticia para los locales, ya que en los momentos previos el Red Bull de Daniel Ricciardo fallaba y se veía condenado a salir desde boxes con dos vueltas perdidas. No era el fin de semana del australiano, quien definitivamente tenía después que abandonar la prueba mediada esta, en el giro 29.
Aparte de estos problemas, la salida resultaba muy limpia. Max Verstappen llega a atacar y emparejarse a Kimi Räikkönen, pero el finlandés aguanta y mantiene la posición, al igual que casi todos los de cabeza. Solo Felipe Massa consigue adelantar a Romain Grosjean.
También vemos pelea entre la pareja de Toro Rosso, lid que se salda con Carlos Sainz manteniendo su plaza, mientras que su compañero Daniil Kvyat era adelantado por un combativo Sergio Pérez. Tampoco arrancó nada mal Fernando Alonso, quien tras los primeros compases se coloca 11º tras el ruso. El único incidente de la largada se dio en cola, cuando el Haas de Kevin Magnussen, con un pinchazo, embiste al Sauber de Marcus Ericsson. Los dos salen de pista, aunque sin daños mayores se reincorporarán después a carrera.
Según vemos avanzar las vueltas, se van abriendo huecos en las zonas nobles, pero cuidado, porque no en los dos primeros. Lewis comanda pero no logra distanciar a Sebastian. El alemán no está perdiendo la cara en ningún momento, y el monoplaza plateado nunca se separa más allá de uno o dos segundos del rojo.
Tras ellos, ya sí se abre buen hueco hasta Valtteri Bottas, tercero en tierra de nadie a nueve segundos. Kimi, que parece flojear algo en Australia, rueda cuarto a otros seis segundos de su compatriota de Mercedes. Y un poco detrás aparece ya Verstappen y el resto de perseguidores.
Al Haas de Grosjean, que lo estaba haciendo muy bien, las fuerzas se le acaban en el giro 15, cuando el francés se ve obligado a retirarse. Y a estas alturas, notamos que Vettel incluso se está pegando ya muy peligrosamente al líder. Tal vez este hecho desencadene la siguiente situación, que a la postre será clave en el resultado de Albert Park.
Porque justo en la vuelta 18, vemos como Hamilton es llamado a boxes anticipando la parada. Como decimos, tal decisión fue crucial, de hecho catastrófica para los intereses del inglés. No sabemos muy bien por qué se precipitaron tanto, pero el error fue tremendo, y doble… primero porque calcularon mal el tempo, es decir, la posición y situación en la que se reincorporaría a pista: efectivamente, salió justo tras el Red Bull de Verstappen, un coche y piloto terriblemente complicados de rebasar. Y segundo porque tal vez subestimaron el hecho de que esta temporada, con estos nuevos coches, los adelantamientos en general van a ser bastante más difíciles de ver que antaño, a no ser que manejes un monoplaza terriblemente superior.
Esto condenó la estrategia de Mercedes, y mató literalmente a Hamilton, que se pegó al holandés muchas vueltas, pero sin asomo de ningún fruto real jamás. Por el contrario, el que se arriesga y sí lo consigue es el Force India de Pérez quien se pone octavo rebasando a Sainz.
El inglés de Mercedes está visiblemente perdiendo tiempo tras Max, y así continúa con impotencia hasta el giro 24, momento en que Vettel hace su parada, y como todo el mundo preveía, el germano se reincorpora a pista unos metros por delante del Red Bull de Verstappen.
Poco después Max entra a su pit stop, pero las opciones de Lewis ya están comprometidas, si no decididas. Bien lo sabe Toto Wolff, a quien vemos perder los nervios aporreando repetidamente su mesa con los puños en un inequívoco gesto de rabia y desazón.
Lo cierto es que queda mucha carrera, y aun se podría pensar que Hamilton tiene margen para rehacerse, pero pronto Seb se encarga de liquidar cualquier aspiración. Su máquina vuela en Melbourne, y con un pilotaje primoroso se permite el lujo de distanciarse incluso de la, hasta hace nada, incontestable estrella plateada, metiéndole entorno a diez segundos en algunos momentos.
Poco más nos deparó la carrera. Lewis padeció su calvario particular (incluso se le acercó Bottas). Sainz, sin brillar especialmente, sí consiguió mantenerse firme siempre en puestos de botín, finalizando en un buen 8º puesto, mientras que Fernando, que rodó hasta el final 10º, vio cómo a falta de cinco giros lo superaban a la vez Esteban Ocon y Nico Hülkenberg, para retirarse acto seguido reportando problemas en la suspensión. Y por terminar de apuntar, meritorio debut de Antonio Giovinazzi, que salvó con nota y sin desentonar la papeleta con el Sauber.
Y estos fueron los resultados finales de este Gran Premio de Australia de 2017:
5 Comentarios
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BUENAS NOCHES.
Es difícil opinar cuando se gana, y mas en estos momentos.
¿Que se venia venir, no era ninguna novedad?.
Las pruebas comunitarias les dejo un sabor amargo a varios equipos, pero a FERRARI un sabor muy dulce.
¿Que MERCEDES es mejor? no hay dudas, tiene vasta experiencia y se van a recuperar, al fin y al cabo fue por la estrategia de FERRARI..
Hoy fue por la estrategia, mañana serán los pilotos y por ultimo FERRARI.
Cuesta admitir el trabajo realizado, la presencia de RORY BYRNE FUE EL PLUS QUE NECESITABA FERRARI.
¿Disfrutar el triunfo? no es para mi, estoy acostumbrado a ganar y perder.
Lamento la situación de un equipo y el motorista, pero como lo exprese innumerables veces, el motorista no tenia ese poder para plasmar las virtudes de antaño.
Ahora que me critiquen, están en su derecho, pero las VERDADES QUE MANIFESTE ERAN REALES.
Un triunfo no es un campeonato, pero dejo con la boca tapada a muchos.
A fin de la temporada volveré a opinar
La de hoy es un triunfo mas desde 1950, un eslabón mas en esa larga cadena.
Saludos.
PD: Como siempre es un lujo leer las notas de un gran amigo como Cesar C Puertas. felicitaciones.