GP de Mónaco 2015: un cúmulo final de errores regala la victoria a Rosberg
hace 10 años

Difícil de explicar lo que ha sucedido en los últimos 15 minutos de Mónaco, y que han concluido con la tercera victoria consecutiva en esta complicada pista para el piloto de Mercedes Nico Rosberg.
Y decimos difícil de explicar, porque si a apenas unos cuantos giros para el banderazo, le dicen a su compañero Lewis Hamilton, que estaba dominando la prueba a la perfección, y que sin hacer ningún error ni tener culpa alguna, le dicen que su propio equipo le iba a defenestrar una victoria más que segura, y hasta el segundo puesto, ni él ni nadie habríamos dado crédito.
Pero esto es Monte Carlo, donde la ruleta gira y gira sin parar hasta el final, y hasta que la bola no se detiene, las apuestas siguen en el aire. Y esta vez, para el británico, la bola dio un último salto, y se detuvo en el negro.
El más beneficiado, como decimos, Rosberg que se alzó con el trofeo, y en segunda instancia, el Ferrari de Sebastian Vettel, que también se encontró con una segunda plaza final sin creérselo. No es de extrañar, pues, que Lewis, cuando subió al tercer peldaño del cajón, entre incrédulo y confundido aún, lo hiciera como si estuviera ascendiendo los escalones de una capilla en la que se va a celebrar un funeral.
De nuevo mala fortuna para Fernando Alonso, cuando esta vez sí podemos asegurar que la fiabilidad de su McLaren privó al español de sumar sus primeros puntos en el campeonato. Jenson Button lo consiguió acabando octavo. También sumó Carlos Sainz, décimo, que supo gestionar una carrera complicada tras salir desde boxes tras su sanción, y que sin meterse en líos, amparado en las mil vicisitudes y pifias de Mónaco, fue recogiendo “cadáveres” hasta llegar a los puntos. Y más que brillante carrera de Roberto Merhi, aparte lógicamente de la posición alcanzada con su GP2 camuflado de F1, pero que en un una pista de manos y talento, dio un repaso a su compañero de los de hacérselo mirar.
La salida se produjo de manera muy limpia, para las complicaciones intrínsecas de esta pista. Los dos Mercedes no tuvieron mayor problema en conservar sus puestos, pero Vettel sí se vio acosado por Daniel Ricciardo, que llegó a emparejarse en la aceleración, no obstante, aquí las distancias rectas se terminan pronto, y el de Red Bull, además de no poder rebasar al Ferrari, pagó caro el intento viendo cómo era su propio compañero Daniil Kvyat quien se le colaba, en una por otra parte excelente maniobra.
Pero a los pocos segundos de esto, presenciamos el primer incidente, cuando Alonso se toca con Nico Hulkenberg yendo en paralelo. El McLaren sigue sin daños aunque el Force India se topa con las protecciones. Nico puede salir de ahí y llegar a boxes para arreglar daños y seguir en carrera, aunque Fernando es penalizado con 5 segundos en su próximo pit stop por, según los comisarios, forzar el toque, decisión que el español calificó como estúpida por radio.
En la vuelta 6, Pastor Maldonado, muy fuerte todo el fin de semana, nota lamentablemente cómo su Lotus comienza a padecer problemas de frenos, y Max Verstappen, muy agresivo, se le pega y comienza a atacarlo. Va tan cerca, que su Toro Rosso toca con la bigotera al Lotus, perdiendo un trozo del ala delantera. Lejos de intimidarse, el talentoso joven persiste y lo adelanta increíblemente en la frenada de Santa Devota. Poco después, ante los problemas que no remiten, Maldonado tristemente se ve obligado a abandonar.
Una vez estabilizada la prueba, tras la habitual locura inicial propia de Monte Carlo, Hamilton comanda tranquilamente, con tres segundos sobre Rosberg y 5 con Vettel. Un poco después vienen Kvyat, Ricciardo y Kimi Räikkönen bastante pegados. Y tras ellos es turno de Sergio Pérez, muy sólido, Verstappen, Button y Alonso.
Entramos en una larga etapa bastante anodina, en ese quiero y no puedo típico de Mónaco, donde aunque tengas mucho mejor ritmo que el de adelante, te es imposible adelantar. Y así llegamos más o menos al ecuador, momento en que Sebastian realiza su parada. Los demás reaccionan instantáneamente, y acto seguido lo imitan Kvyat, Rosberg y Hamilton. Nada cambia en sus puestos, y sólo cuando al poco se detienen Ricciardo y Kimi, hay un cambio de posición, y el finlandés, que venía acosando ya mucho tiempo al australiano, sale por delante del Red Bull, ascendiendo al 5º lugar.
La mala fortuna se sigue cebando en Alonso, hecho constatado en la 42, cuando vemos cómo se ve obligado a apartar su McLaren en una escapatoria para dar por finalizada su carrera, reportando una vez más problemas mecánicos, en esta ocasión achacados a la caja de cambios. Lástima por la buena oportunidad perdida.
Y cuando la carrera tornaba peligrosamente a tintes cada vez más descafeinados e insulsos en el tercio final, se produce un cambio radical en los hechos. Max Verstappen es el desencadenante: el piloto de Toro Rosso está siendo un espectáculo en las calles del Principado. Tras haber sido lastrado penosamente por su equipo en un pit stop desastroso en el que se dejó casi medio minuto extra, ha vuelto a la carga y está remontando de manera sublime en un escenario imposible.
Es de los hombres más veloces en Mónaco, y aprovecha cualquier resquicio o ayuda para ascender puestos hasta colocarse de nuevo en los puntos, esta vez tras Romain Grosjean. Y rueda muchísimo más rápido que el francés. Lo intenta por activa y pasiva, y entonces, probablemente espoleado por su juventud e intrepidez (también falta de experiencia y paciencia) intenta el rebase en la exigua recta de meta, por llamar a esa zona de una manera.
Calcula mal y choca con el Lotus a toda velocidad, sacándolo de pista e impactando él mismo brutalmente de manera frontal contra las barreras de la frenada. El choque es espeluznante y el Toro Rosso queda literalmente incrustado en las protecciones. Aunque se teme por su seguridad en los primeros segundos, pronto el corredor sale indemne del amasijo en que ha quedado convertido su bólido.
Ciertamente es un error grave, y probablemente acarree alguna sanción. Pero personalmente nos agrada este piloto, ambicioso y genial, dispuesto a intentar algo más que a limitarse a rodar en caravana al primer contratiempo. De estos fallos se aprende, y tiempo tiene para atemperar esas ganas y ganar experiencia, y, cuando lo haga, será un corredor excelso y temible.
El caso es que todo lo acontecido provocó lógicamente la salida del Coche de Seguridad por unos giros (por cierto, de diez como de costumbre los comisarios y asistentes monegascos, eficaces seguros y raudos en grado sumo, y ejemplo para cualquier circuito del mundo). Y aquí llegó el segundo despropósito crucial de Mónaco.
Algunos monoplazas aprovechan para efectuar una parada no prevista. Pero inconcebiblemente, en Mercedes ordenan parar a Hamilton, que lideraba tranquilo, sin oposición, sin rival, con una ventaja más que suficiente, y en una situación en la que, sin parar para nada, sin más que seguir el plan previsto, nadie podría atentar su estatus.
Aun así, repetimos, increíblemente, el muro de la estrella comete un imperdonable error de cálculo, y manda a su número uno a boxes, ante el asombro de todos, incluidos los propios protagonistas, cuando se constata que retorna a pista justo por detrás no solo de Nico, sino también de Vettel.
Lewis no da crédito y no entiende nada. Tras retirarse el Safety Car, el británico, involuntariamente apuñalado por la espalda por su propia gente, intenta vanamente atacar al menos al Ferrari, lo cual como era de prever, es una tarea imposible en Monte Carlo, y finalmente ha de asumir esa tercera posición final. Por lo demás, vemos cómo Ricciardo le devuelve la pasada a Raikkonen, esta vez en pista, aunque para ello efectúa una maniobra muy discutible, tocando al finlandés, quien fue exquisitamente pulcro y prefirió ceder y no entrar a la gresca, porque de haber querido, seguramente los dos coches habrían acabado fuera.
Tras ello, Daniel continúa su progreso y Red Bull ordena dejarse adelantar a su compañero Kvyat, para no frenar al australiano que rueda mucho más veloz con goma fresca, por ver si puede ascender más. Pero ya en el giro final, visto que es imposible ganar más plazas, le dicen a Ricciardo que vuelva a ceder su posición con el ruso, que recupera así un fantástico cuarto puesto final. Destacamos también las carreras tanto de Pérez, muy sólido, como de Felipe Nasr, de quien pocos esperábamos mucho tras su clasificación de ayer.
Y estos fueron los resultados de Monte Carlo una vez finalizado el Gran Premio:
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@Paco2
Yo la verdad es que no he cambiado mucho de opinión con respecto a cualquiera de los 2. Vettel me sorprendió mucho en su temporada con Toro Rosso, pero después me quedé con la sensación de que si bien es un piloto top, no es el mejor de la parrilla. Para mí los mejores siguen siendo Alonso y Hamilton, en estos momentos Hamilton por encima, aunque me parece que depende de la motivación de cada uno y a Alonso le veo un poco de capa caida, que por otra parte es normal.Hamilton por fin se muestra como el pilotazo que siempre se le prepuso. Después de estos dos, si podría estar Vettel, después pondría a Rosberg... ya el resto... sólo me llaman los nuevos como Sainz y Verstappen, pero es demasiado pronto para valorarlos, en un par de temporadas se verá dónde está cada uno.
A Alonso esta temporada le toca currar, y mucho, pero estoy seguro que la temporada que viene veremos los resultados (y no descarto ver algún destello al final de esta).