Jean Todt está dispuesto a cambiar el consumo de combustible y el sonido de los nuevos motores de la Fórmula 1

Buenas noches:
Es muy posible que esta temporada nos traiga carreras más emocionantes que la del pasado GP de Australia cuyo circuito de Melbourne ha resultado en general más tedioso y aburrido que el anterior de Adelaida en pos de una mayor seguridad que no tengo muy clara pues recuerdo la muerte de un comisario de pista, pero bueno diremos que es un circuito más moderno y adaptado a los tiempos que corren.
Aún así veo coches feos, dotados de “inventos” para adelantar porque no pueden hacerlo por si mismos (como un bonus en un videojuego), faltos del combustible necesario para correr al 100%, técnicas de conducción económica en plena carrera, motores que suenan como un abejorro, equipos que ejercen una supremacía aplastante sobre otros, limitaciones presupuestarias que no se cumplen, tráfico de información priviliegiada, países que invierten ingentes cantidades de dinero público en construir nuevos circuitos y en conseguir un hueco en el calendario para luego abandonar el campeonato a los pocos años por falta de asistencia del público o de presupuesto para el mantenimientodel GP, marcas que solo compiten para ganar a corto plazo porque solo así es rentable participar en este carísimo campeonato abandonándolo de no conseguirlo en ese tiempo, falta de criterio en la aplicación del Reglamento, carreras que se ganan o pierden en los despachos a posteriori y no voy a seguir para no aburrir demasiado.
En cambio a Bernie y a Jean se les ve muy contentos y el éxito se refleja en sus caras. Un éxito que habrán conseguido en otras etapas de sus vidas, pero que también se dice que te da alas y te levanta los pies del suelo alejándote de la realidad.
La auténtica realidad es que desde hace muchos años lo que guía F1 es negocio, negocio y más negocio y esto la ha convertido en una parodia de si misma, en una pantomima, en un campeonato desnaturalizado, rodeado de farándula mediática, orientado a una supuesta élite y cada vez más alejado del espectador de a pie.
Para mi se ha perdido el espíritu y los principales valores que deberían regir esta disciplina como son la velocidad, la intensidad, el riesgo, la igualdad mecánica y el consiguiente espectáculo que despierta nuestras emociones. En definitiva unos valores que no son económicos sino más bien deportivos e incluso humanos.
Si comparamos el transcurso de la vida con la combustión de una cerilla, ésta podría desarrollarse de tres formas:
1) Con la cerilla ardiendo verticalmente, de forma que esta tendría una llama menos brillante pero más longeva.
2) Con la cerilla horizontal con una llama normal y una duración media.
3) Con la cerilla hacia abajo, con una vida corta pero una llama mucho más intensa. Este debería ser el espíritu que guiara a las personas que pertenecen a este mundillo.
La vida es una “barca” dijo Calderón de la m...