'Always rains in Silverstone', ¿o no?

Y es que el título parece venido de una canción, incluso de una película inglesa, de una serie de esas tan buenas que produce la BBC, pronunciado “bi-bi-ci”, que digo yo por que no escribirlo igual que se dice, que suena.

Y es que Silverstone está en “England”, “The old great Imperium”, lugar del té a las cinco, con sandwiches de pepino, pues no tienen jamón ni chorizo. Al llegar allí, al pueblo que da nombre al circuito, te encuentras un cartel que pone: “Silverstone, drive carefully”, mientras que en la pista se hacen “las medias”, me refiero a las de las carreras de velocidad claro está, más altas del campeonato.

Inglaterra al igual que todo el Reino Unido es un país muy bonito, verde por todos los lados, que hasta las playas son de un aceitunado intenso de tanto que llueve y está en una isla, aunque no de clima tropical, pues abundan los cielos grises durante semanas, más de 275 días al año, que hasta las gentes de allí dicen que no estaría de más tener un gran techado, un tejado amplio, una extensa carpa que cubriese todo el país, hasta su último acre.

Y la lluvia suele parecerse a la descrita por Forrest Gump cuando estuvo en la zona del pacifico “rodando” su famosa película: “había lluvia muy fina, fina, media y gruesa. Y podía llover hacia abajo, también de lado e inclusive hacia arriba. Que hasta cuando NO llovía te mojabas también”.

Así el viernes 28 en los libres 1 evidentemente llovió. Luego en los L2 pues estuvo medio seco, pero aún así Massa derrapó y volvió a dar más trabajo de chapa y pintura a sus mecánicos; y van cuatro “carros” dañados. El sábado 29 amaneció seco, aunque a Sergio Pérez le reventó un Pirelli en la L3 presagiando lo peor y tuvimos Red Flag. Luego la sesión cronometrada “al uso” con los Mercedes de nuevo en cabeza.

Y llegó la carrera del domingo, en seco, como el fino que tanto gusta a los británicos, pero con “hard wind”, ventolera enarbolando las banderas, los pendones de múltiples colores, llenos de escudos, que debió “impulsar” también a Felipe pues ganó 7 plazas tras la salida, en una sola vuelta, mientras Webber recibía “la visita” de Grosjean y perdía 9 plazas. Pérez en el giro 6 pasaba a su “compi” Button y le dejaba la pegatina del equipo solo en “Laren” pues el “Mc” se lo llevó puesto.

Pero lo mejor llegó en la octava vuelta pues a Hamilton le hizo “boom una trasera”, delaminada, deslonada o deshilacha, según gustos, luego Massa en la 10, Vergne en la 16, que hasta tuvo que salir el “SC” con  Bernd Mayländer al volante del susto general, pues los F1 no llevaban ruedas, si no “cosas” endebles, “zapatos” sin suelas fiables. Y digo yo, si el compuesto medio/blando tenía color rojo, ¿qué no entendieron por peligro? ¿Y con lo de P ZERO?

Y una vez limpiada la pista, el trazado de tanta goma, 5 giros ni más ni menos, con los camiones aspiradores, que aquello parecía un lugar de reciclaje de las mismas, va Vettel, giro 42, y se queda si la “gear box”, sin marcha que engranar, parado justo en la línea de meta que tanto visita siempre liderando las pruebas, así que de nuevo “SC” y este un tanto sorprendente, para que una vez vuelto a retirarse, lap 45, Pérez volviese a ver como otra trasera, la suya, reventaba. Por cierto, otro mexicano, Esteban Gutiérrez, también sufrió el estallido de una de sus ruedas aunque delantera, pero casi nadie se dio cuenta, pues ni fotos hay.

Mientras Alonso con unos neumáticos que si aguantaban pues los había “refrescado” en boxes unas pocas vueltas atrás, subía desde la 7ª a la 3ª posición, por tanto lugar “de cajón”, en las seis últimas vueltas de un “explosivo” gran premio, tanto en lo competitivo de los pilotos como en lo “detonante” de los Pirelli.

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