GP de Mónaco 2013: Nico Rosberg, en el nombre del padre, tres décadas después
hace 12 años
El Gran Premio de Mónaco 2013 ha sido una carrera, como de costumbre, que nos ha regalado gran emoción en la pista urbana de Monte Carlo, pese al trenecito de monoplazas visto en las primeras vueltas. Lo cierto es que la carrera ha cambiado completamente tras el fuerte golpe sufrido por Felipe Massa en la curva de Santa Devota, afortunadamente sin consecuencia graves para el piloto brasileño.
La victoria ha sido para un impecable Nico Rosberg, quien ha dominado la carrera de principio a fin, así como todo el fin de semana, liderando todos los entrenamientos libres del fin de semana, y consiguiendo la 'pole position' en una complicada calificación del sábado. De esta forma, Nico Rosberg repite la victoria conseguida hace 30 años por su padre, Keke Rosberg, en la temporada 1983 con Williams-Honda, siendo la primera vez en toda la historia de la Fórmula 1 que padre e hijo consiguen una victoria en este mismo trazado de Monte Carlo. Es para Rosberg, al igual que lo fue para su padre Keke, la segunda victoria que consigue en su carrera dentro de la Fórmula 1. El podio lo han completo los dos pilotos del equipo Red Bull, Sebastian Vettel y Mark Webber, respectivamente. Lewis Hamilton, perjudicado por el safety car, ha terminado cuarto, por delante de un soberbio Adrian Sutil, quinto. El español Fernando Alonso ha terminado en una discreta séptima posición, síntoma de que el Ferrari F138 no ha ido bien en todo el fin de semana monegasco.
No son pocas las voces, incluso dentro de los propios profesionales del Circo, que se alzan a veces contra la celebración de esta carrera del Principado, aludiendo a un Gran Premio ya desfasado, peligroso, incómodo… y en definitiva, “poco moderno”… del pasado. Qué quieren que les diga, personalmente, el año que no vea una carrera en Monte Carlo, la Fórmula 1 habrá perdido otro peldaño de su esencia para quien les escribe. No puedo imaginarme tener que aguantar el “horror” de privarme de ver una vez al año a los monoplazas por la trampa de Mónaco (con sus cualidades buenas, y menos buenas), supliéndolo con un “Corea” de turno, donde la atmósfera más parecida a esta competición la puedes respirar viendo a un tractor sembrando los arrozales, por poner un ejemplo un poco drástico, pero con el que seguro que ustedes entienden la metáfora.
Mónaco es Mónaco, con virtudes y defectos. Y así ha de ser. Y si algún amante de este deporte, en la cita monegasca más aburrida que recuerde no ha sentido al menos en algún instante un escalofrío en las entrañas, o es tan frío como una piedra, o que se acerque a tomarse la tensión, porque tiene muy poco fluido rojo en las venas.
La carrera de este año se presentaba con un montón de incertidumbre, y como es constante últimamente, con la mayor preocupación y miedo centrada en la duración y aguante de los neumáticos, condicionantes en grado sumo de casi todas las citas.
Así pues, la salida se tomaba con precaución, nadie quería quedarse fuera de juego en los primeros lances, y los pilotos de arriba largaban con limpieza manteniendo sus posiciones idénticas. Solo un poco más atrás, los dos McLaren jugaban un poco al gato y al ratón en las curvas iniciales, y a raíz de ese baile, en una de las apuradas frenadas, los que vienen detrás se ven medio sorprendidos, y siempre alguien intenta sacar partido. Esto pasa con Pastor Maldonado, que intenta meter el morro a Adrian Sutil aprovechando el frenazo de los McLaren de delante, tocándose con el Force India y haciendo saltar trozos de fibra de su Williams.
Más atrás, también el Caterham de Van der Garde pierde la bigotera en un lance, y ambos, holandés y venezolano tiene que dirigir sus monturas a boxes para arreglar desperfectos. Pocas vueltas después, el infortunio vuelve a cebarse en los coches verdes, siendo esta vez Charles Pic el que tiene que apartar su coche, con llamaradas en el motor, justo a la entrada del carril de pit lane, a la altura de La Rascasse.
Por su parte, los líderes se lo toman con mucha tranquilidad, las vueltas van pasando y su ritmo es descaradamente lento, en un intento de conservar las gomas para no hacer más de una sola parada. Realmente están haciendo un tapón notable, aunque asumido por todos los punteros, rodando muy por debajo de sus posibilidades en vistas de que aquí es casi imposible ser adelantado. Esto se demuestra claramente viendo el ritmo de la cola de carrera, Van der Garde y Maldonado, hasta dos segundos más rápidos que la cabeza.
Sobre el giro 26 Mark Webber rompe ese estatus y entra a montar el neumático más duro, declarándose ya como el primero de entre los de arriba que probablemente vaya a dos paradas. Lo cierto es que todos los equipos tienen muchas dudas de poder completar las 78 vueltas entrando solo una vez. Todo ello se demuestra cuando un giro más tarde entran Kimi Räikkönen y Jenson Button, y dos vueltas más tarde lo hace también Alonso. Estos pilotos saldrán de boxes del noveno puesto para atrás, en trenecito y manteniendo las mismas posiciones y diferencias con las que entraron.
Justo tras esto se produce el primer condicionante serio de la carrera, cuando Felipe Massa sufre un fortísimo accidente, idéntico, calcado, de la misma manera y en mismo lugar al que padeció ayer en los terceros libres y que le impidió tomar parte en la sesión clasificatoria. Su coche queda destrozado en la escapatoria de Santa Devota, saliendo el brasileño dolorido pero por su propio pie, y causando que el Safety Car debute en pista.
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En el momento que el coche de seguridad salta a pista, Vettel está realizando su parada, y acto seguido, son los dos Mercedes que comandan la prueba los que aprovechan para ir a sus garajes… pero claro, han de entrar a la vez, y aunque Hamilton deja un poco de margen a Rosberg, el británico no puede evitar perder unos pocos segundos en ese lapso, escasos segundos que le hacen perder dos posiciones con los dos Red Bull, y eso en Mónaco es trágico ya que le puede suponer, con gran seguridad, haber dicho adiós a un relativamente fácil segundo puesto para acabar cuarto fuera de podio.
Cuando el Safety Car se retira en la vuelta 38, las posiciones se mantienen de momento, pero ahora ya se aprecia cierto nerviosismo entre los pilotos. A algunos se les empieza a agotar la paciencia, y comenzamos a ver conatos de ataques serios: Hamilton (dolido), a Webber… Alonso a Kimi… Button a Fernando… pero es Sergio Pérez (protagonista hoy de lo mejor y de lo peor, luego explicaremos porqué) quien logra pasar a Jenson en una increíble apurada de frenada por el interior de la chicane Nouvelle, al final de la recta del túnel. Poco después, Checo repite la maniobra con Alonso, pero el español acorta la chicane manteniendo la posición sin llegar a ser adelantado.
Va ya más de la mitad de carrera, y las hostilidades se están desatando. Entonces, unos giros después se produce otro incidente clave, cuando Max Chilton y Maldonado se tocan en paralelo a la salida del túnel, justo antes de la frenada. El Williams se eleva perdiendo todo su apoyo aerodinámico y vuela literalmente para impactar frontalmente contra las protecciones de Tabac, que quedan incluso desplazadas en el brutal accidente. Pastor sale ileso, pero la bandera roja flamea y la carrera se suspende hasta reparar todos los desperfectos en pista.
Cuando se relanza la prueba quedan 30 vueltas, y lo que parece aún mucha tela por cortar. Alonso es obligado a ceder su posición a Pérez por el anterior acorte de la chicane, entendiendo dirección de carrera que el mexicano sí dejó espacio suficiente a Fernando para frenar y girar sin saltarse el trazado. Y poco después el combativo piloto de McLaren intenta idéntica maniobra con Kimi, que también acorta la pista… parece lo mismo, pero no lo es, ya que en esta ocasión Checo Pérez no ha dejado sitio al finlandés (de hecho él mismo ha entrado tan pasado de frenada que también ha tenido que cortar igualmente la trayectoria).
En el giro 57 Alonso pierde otra posición, esta vez a manos de Sutil, que hoy ha fraguado un carrerón inmenso, y que lo adelanta increíblemente en Loews, donde es casi imposible hacerlo… aunque bien es cierto que Fernando le abre demasiado la puerta. La verdad es que el de Ferrari estuvo hoy muy conservador en esos lances, tal vez sabedor de que era preferible perder dos o tres posiciones pero seguir sumando, que terminar en el muro y decir adiós por entrar en guerra con pilotos que venían con el cuchillo (Pérez, Sutil, Button) ya que no se juegan tanto en el Mundial.
En la 62 de nuevo sale el Safety Car, provocado por el Lotus de Romain Grosjean, que se traga al australiano de Toro Rosso Ricciardo. Mientras, Nico Rosberg las pasa de todos los colores, viendo como no hace más que coger unos segundos de tranquilidad para afianzar su victoria, para acto seguido reagruparse el grupo otra vez por accidentes, y vuelta a empezar.
Luz verde a falta de doce giros, apenas ya nada en Monte Carlo. Pero aún hay tiempo para ver lo peor de Sergio Pérez (antes vimos lo mejor). Y eso fue su exceso de agresividad y de ambición. Hay quien verá en ello una virtud, pero todo ha de tener su justa medida, y no llegar a extremos en los que pones en peligro real a los demás competidores. El de Woking venía desatado tras ver que es posible adelantar en la chicane jugando al límite…pero los límites son eso mismo: límites. Y si redundas, insistes, y los sobrepasas, entonces ya no hay margen. Vuelve a intentar rebasar a Kimi jugando con esos límites, por donde no cabía, y acaban tocándose.
El finlandés termina con un neumático trasero pinchando, yendo a boxes para salir 13º (aunque lograría acabar 10º en los puntos) cuando iba tranquilamente en quinta posición. Y el mexicano queda en pista rodando muy lento con toda su parte delantera destrozada. Este fue otro de los aspectos negativos de Sergio, que intentó aguantar (en vez de entrar a boxes) casi diez vueltas en quinta posición con un coche lentísimo, que no se tenía sobre la pista, poniendo en peligro a todos los demás en cada curva (a punto estuvo de llevarse tanto a Button como a Alonso) justo antes de apartarse a una escapatoria.
De ahí al final de carrera, poco más reseñable, salvo que Button adelantó también a Alonso (por los motivos antes referidos), y que tanto Rosberg como los dos Red Bull mantuvieron su ritmo con la paz firmada, al igual que Hamilton, conformado ya con su cuarto. Memorable actuación de Sutil, y también meritoria la de Vergne esta vez… Y yo, personalmente, disfruté, vibré y me volví a divertir en Mónaco… ¡Por muchos años!
Estos fueron los resultados de carrera:
Y así quedan los mundiales de manera oficiosa hasta que sea confirmado por la FIA:
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Tiempos: formula1.com
>> Clasificaciones provisionales: autosport.com
13 Comentarios
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Enhorabuena para Rosberg y Vettel, y desastre de carrera para Alonso y Ferrari.