El Gran Premio de China 2013 tiene que ser el comienzo de la remontada de McLaren

Las tres semanas que ha habido entre este Gran Premio de China y el anterior disputado en Malasia, ha sido un bálsamo para las atribuladas mentes que dirigen McLaren. Gracias a este parón, se han podido poner las pilas en Woking para traer muchas mejoras de cara a esta carrera.

Estar con sólo cuatro puntos tras dos grandes premios era algo impensable hace unos meses. McLaren tenía puestas muchas esperanzas en este año 2013, ya que se abría una nueva época en la que Lewis Hamilton ya no era el actor principal. Sergio Pérez se convirtió en la nueva apuesta de una escudería inglesa que ha visto de nuevo cómo una de sus mentes más brillantes. Paddy Lowe, ha decidido tomar un nuevo rumbo profesional.

En pretemporada, salvo fogonazos esporádicos, demostraron estar en una situación muy desfavorable respecto a los primeros espadas. Sabían que iban a tener un periodo de aprendizaje debido a la implementación de la suspensión pullrod. Este sistema era algo completamente novedoso para los ingenieros de McLaren, y por lo tanto eran conscientes de que podían surgir dudas en cuanto hubiese que empezar a desarrollar el coche.

Llegados a Albert Park, vieron que estaban completamente perdidos. Al margen del tema de la suspensión, comprobaron que el MP4-28 era un coche que necesitaba cambios urgentes si querían volver a luchar por los puestos nobles de la Parrilla. Sepang no ayudó tampoco a encontrar una vía por la que apuntar una cierta mejora, por lo que las ordenes de Martin Whitmarsh fueron bien claras. En este parón tocaba meter horas y más horas para volver a encauzar la temporada.

Sobrada experiencia en remontadas

Y es que si hay un equipo que tiene la capacidad operativa para hacer un coche prácticamente nuevo en apenas tres semanas, ese es McLaren. Si en el circuito de Shanghái vuelven a estar con los mejores, no habrá sido la primera vez que lo consiguen. Tampoco hay que irse muy lejos para ver un ejemplo de esto que estamos hablando. En 2011, la pretemporada fue nefasta, incluso peor que la de este año. Las perspectivas eran muy negras. Sin embargo, cuando el MP4-26 pisó por primera vez la pista en el Gran Premio de Australia, se vio el salto tan grande que habían hecho en tan poco tiempo.

Si tenemos en cuenta las palabras de Jonathan Neale, director general de la escudería británica, en las que ha afirmado que saber cuales son los problemas y la solución para estar en el camino adecuado, podemos prever una pronta recuperación. Seguro que en McLaren están deseando que salga un viernes sin lluvia para poder probar todas las novedades que traen a este gran premio. Si hay un equipo necesitado de rodaje en seco, son ellos.

En el caso de que la condiciones climatológicas sean malas, cosa que no tiene pinta de que vaya a suceder viendo los distintos partes metereológicos, siempre pueden agarrarse a las bazas que son Jenson Button y Sergio Pérez en mojado. Aerodinámicamente el MP4-28 seguro que tendrá sutiles diferencias que hagan mejorar sustancialmente el comportamiento del mismo. En lo que no podamos ver, es decir en las entrañas del McLaren, puede que esté la diferencia entre volver a la senda correcta o no. Todo esto, estando a la espera de las nuevas piezas que se puedan introducir en Montmelo.